La sillería del coro de la Catedral de Sevilla es un notable conjunto tanto escultórico como de taracea. Como la reja suele estar cerrada no se puede acceder para ver sus deliciosas misericordias, decoradas con figuras grotescas o monstruosas como encarnación de los vicios.
Las taraceas geométricas de los respaldos de los sitiales superiores son una magnífica lacería mudéjar de finales del siglo XV. El conjunto se terminó a inicios del XVI. La sesentena de tableros taraceados no se repiten y muestran el dominio virtuoso de la geometría decorativa de sus ejecutores. La cornisa en perspectiva (trampantojo) es un elemento común, pero la lacería se va modificando en cada respaldo: estrella de cinco, seis, ocho, diez o doce puntas en vértices o baricentros de cada celda.
Como corresponde a un teselado plano, se usan triángulos, cuadrados, rectángulos o hexágonos como celdillas. Se reproducen algunos elementos constitutivos de los cinco primeros tableros de la izquierda, muestra suficiente de la diversidad del trabajo geométrico.