Huygens en el Mauritshuis de la Haya

Rembrandt y Vermeer dan motivos sobrados para visitar el Museo Mauritshuis. Ya le hemos dedicado dos entradas y finalizamos con esta tercera.

El siglo XVII fue el marcado por el poder holandés. No hay hegemonía sin base científica en un momento que se esta produciendo una revolución del conocimiento. Uno de los protagonistas con nombre propio es Christiaan Huygens (1629-1695). En un lugar de honor del Mauritshuis se encuentra una pintura de Adriaen Hanneman que representa a Constantijn Huygens con sus cinco hijos(1640): el superior de la derecha es Christiaan. Constantijn-Huygens se encargó de darle sólida formación matemática a su hijo y un retrato de la National Gallery le representa a él mismo con globos y compás.

El Retrato del almirante Michiel de Ruiter (1667) de Ferdinand Bol es también una muestra de la formación matemática de los marinos. Incluso los espectaculares marcos de la pintura incluyen referencias matemáticas. 

Terminamos con un plafón de techo con Apolo y las Musas del pintor Jacob de Wet el Joven. Destaca la Musa Urania con su compás.

La Galería de Apeles en La Haya

El Museo Mauritshuis es la gran pinacoteca de maestros antiguos de La Haya; el nombre proviene de su ubicación en el palacio clasicista del siglo XVII mandado construir por el conde Johan Maurits van Nassau-Siegen junto al parlamento. La obras más destacables son La joven de la perla, de Vermeer y La lección de anatomía del doctor Nicolaes Tulp de Rembrandt.

La primera pintura que encontramos de interés matemático es una galería: Apeles pintando a Campaspe (1630) de Willem van Haecht.

La escena principal muestra al pintor Apeles con su modelo la bella Campespe, concubina de Alejandro Magno que observa. Se trata de un puro artificio para exhibir una rica colección de pinturas en perspectiva. En muchos gabinetes o galerías de mercante encontramos una escena matemática: los astrónomos geógrafos sobre un globo terráqueo o celeste desarrollando su actividad. La presencia de tres matemáticos tiene por objetivo poner de manifiesto la deuda con Ptolomeo y los árabes: los modernos dialogando con sus maestros antiguos.  

Una esfera armilar forma parte de la decoración.

Entre los cuadros nos fijamos en una alegoría de la Prudencia: un noble abraza a una mujer con un compás y un espejo, los símbolos de la virtud.

Tanto a las Galerías como a la Prudencia hemos dedicado Instantáneas:

62 La prudencia es matemáticaDescarga

17 Arte y ciencia en las GaleríasDescarga

Matemática “Alegoría de la guerra” en La Haya

Lo racional y lo salvaje se combinan en los seres humanos. Los avances técnicos y científicos han tenido aplicación a la guerra en muchas ocasiones antes que al servicio del bienestar . La matemática no es ajena a esa triste dinámica.

Escuelas de artilleros, de marinos o de ingenieros militares se convirtieron en momentos en los centros de enseñanza de la matemática más avanzada como muestra la creación de la École polytechnique. Se ha llegado al punto de que la guerra se puede decidir hoy en laboratorios y centros de cálculo.

La Alegoría de la guerra (1747) de Cornelis Troost en la Galeria Prince William V de La Haya no muestra una batalla “heroica” ni del ardor guerrero sino de los cálculos sobre plano de las acciones con un compás marcando las medidas.

La Galeria Prince William V viene a ser una prolongación del Mauritshuis pero conservando las disposiciones tradicionales de los coleccionistas, abigarrando el espacio para poder contemplar muchas pinturas.

Casas Cubo en Rotterdam

Rótterdam es una ciudad para disfrutar de la arquitectura moderna. Como puerto estratégico fue casi totalmente destruida en la Segunda Guerra Mundial. Entre los muchos edificios de interés hemos de destacar las Casas Cubo (1984) del arquitecto holandés Piet Blom (1934-1999).

El cubo en la cosmología platónica es el elemento Tierra por su estabilidad, Blom al girarlo le convierte en algo diferente, más etéreo, como negándose a sí mismo. El eje vertical es la diagonal de cada uno de los 32 (2⁵) cubos construidos, de esta forma cada uno de los seis planos de las paredes exteriores forma ángulos de 45º con la vertical u horizontal.

Una de las viviendas se puede visitar para ver la organización en tres plantas. Dicen que parte del espacio se “desperdicia” (¡?) pero el resultado es muy atractivo y luminoso. La única pega son las tres alturas para la movilidad.

Cada cubo es soportado por una columna hexagonal por su vértice inferior.  

El Museo de las Ciencias de Ámsterdam

El Museo de las Ciencias de Ámsterdam destaca a modo de barco emergente en su dársena. El notable edificio se encuentra situado entre la Estación Central y el Arsenal, hoy Museo de la Marina. 

Dos cosas nos gustaron especialmente: el gran espacio diáfano en diferentes alturas y la convivencia de instrumentos históricos con modelos manipulables que los reproducen. Los instrumentos de ciencia pueden ser muy bellos pero no se hicieron para ser contemplados como la pintura o la escultura sino para ser usados: es bueno verlos funcionando.

El gran espacio permite contemplar toda la ruidosa algarabía y el movimiento pletórico de la chavalería.

La matemática no puede faltar con sus poliedros, fractales, superficies minimales, anamorfosis, …

A la entrada o a la salida no debemos perdernos la hermosa clepsidra de líquido azul con serpentines que nos va dando las horas y los minutos mediante un mecanismo de sifón.

El triple reloj solar en el Ayuntamiento de Delft

El notable edificio del Ayuntamiento de la industriosa ciudad de la cerámica -y de Vermeer- mantiene un reloj solar triple de orientaciones oeste, sur y este.

El reloj mecánico se sitúa en la torre pero el solar se encuentra al fondo, en el lateral izquierdo. La cara oeste mira al Edificio del Peso.

Resulta siempre interesante ver como los tres gnómones son paralelos y orientados según el eje del mundo. La inscripción habla de una desviación de dos grados.

Demócrito en el Mauritshuis (La Haya)

Una de las pinturas de interés matemático del Museo Mauritshuis es una de las representaciones barrocas exageradas del filósofo matemático Demócrito de Johannes Moreelse (1603 – 1634); una pintura similar se encuentra en el Centraal Museum de Utrecht.

Demócrito se ríe de la locura de la humanidad, de sus mezquinos anhelos. La risa es para hacer ver que sus vanas aspiraciones son ridículas. En algunos casos esa risa es excesiva y puede pasar de lo sublime al ridículo: de la inteligencia al extravío.  

Un globo estelar pone de manifiesto el carácter matemático y su dedicación a la ciencia astronómica.

Rubens, Velásquez, Rembrandt o Ribera han captado con más acierto la risa del filósofo atomista.

85-democrito-el-matematico-risuenoDescarga

Las ballestillas protagonizan la decoración de Ámsterdam

Desde el Museo de la Marina hasta las calles de Ámsterdam se hace patente un sencillo instrumento que permite calcular ángulos: la ballestilla. En navegación sirve para calcular la altura de un astro, sea Sol, estrella fija o errante.

El Museo exhibe tanto alguna ballestilla como los instrumentos de más precisión que la sustituyeron, pero es destacable como los artistas se encargan de reproducir en todos los formatos tan simple y efectivo artilugio.

La entrada al museo se hace en la zona con una alegoría que ya muestra el instrumento.

En el interior encontramos dos tapices de una batalla naval -enfrentamiento con los ingleses por la hegemonía- con hasta cuatro veces representada la ballestilla en la cenefa.

Un retrato de Ferdinand Bol (1616-1680) de un almirante también la representa junto al globo y el catalejo.

Las esculturas alegóricas de Ámsterdam y la navegación son otro de los lugares donde veremos la ballestilla.

Y en las calle no puede faltar tan fotogénico artefacto. En un edificio frente al muelle se vuelve a hacer patente.

Ámsterdam dominó el mar y el comercio durante el siglo XVII y la ballestilla es su símbolo.

El Museo de la Marina de Ámsterdam

Tras la entrada dedicada a los instrumentos matemáticos de navegación del Museo de la Marina de Ámsterdam conviene hablar del propio edificio: un arsenal del siglo XVII reconvertido muy apropiadamente en museo. Una muestra de sensibilidad es la cubrición del patio interior (34×34 m²) con una estructura inspirada en la cartografía de rumbos del siglo XVI, anterior a Mercator. La comparamos con una carta de navegación del propio museo (1580).

Además de los instrumentos de navegación el museo recoge cartografía, globos, esferas armilares o planetarios.

El museo incluye la visita al gran velero del muelle.

Instrumentos del Museo de la Marina en Ámsterdam

Ámsterdam fue el centro económico del mundo durante buena parte del siglo XVII por la fuerza de su marina; Londres termino tomando su relevo hasta el siglo XX. El Museo de la Marina de Ámsterdam ocupa un antiguo arsenal de ese siglo de oro de Holanda, el XVII.

La navegación oceánica de altura hace imprescindible los instrumentos de situación tanto nocturna como diurna para determinar la longitud y latitud del lugar.

La latitud ofreció menos problemas: la medición de las alturas de los astros no es difícil: primero con pesados astrolabios de alidada, después con ballestilla, y más tarde con octantes y sextantes.

La longitud se resolvió tarde, cuando los relojes marinos alcanzaron la  precisión suficiente con el cronometro de John Harrison en el siglo XVIII.

El museo en un ambiente nocturno lleno de estrellas muestra la evolución de los distintos instrumentos matemáticos. Quizá sea el sitio y las formas más adecuadas.

En otra entrada hablaremos del singular edificio.