Álvaro de Bazán (1526 – 1588), marques de Santa Cruz, fue el almirante que comandaba la flota conjunta que venció en la Batalla de Lepanto. Resultó invicto en los múltiples combates navales que aparecen representados en el palacio renacentista que mandó edificar en el Viso del Marqués.
El soberbio edificio de mampostería está todo decorado con frescos manieristas atribuidos a Givanni Battista Peroli, Esteban Peroli y César de Bellis. La cuidadosa restauración se produjo en los años cincuenta para albergar parte del Archivo de la Marina y recuperar el valioso conjunto.
En el zaguán de acceso ya encontramos la primera alegoría de la ciencia matemática con otras que hacen referencia a las virtudes del ilustre marino. La figura femenina porta dos compases, uno en uso y otro en espera.
El extenso programa iconográfico de tipo rafaelesco mezcla los elementos religiosos con los profanos tan habitual en el Renacimiento. Pueden estar la virtudes y los dioses astrales.
En diversos lugares aparecen representaciones de la esfera armilar, especialmente en la planta principal. No hay que perderse los trampantojos del gran salón, el principal, encima del zaguán.