Hasta el 12 de octubre permanece en exposición el Guggenheim de Bilbao la monográfica del escultor hindú Anish Kapoor.
La obra de Kapoor es variada y constituye un impresionante estudio sobre el color y el espacio en el que caben las reflexiones e incluso la acústica.
Para los profesores esta exposición es casi un laboratorio de simetría, óptica y sonido.
Nos fijaremos en las tres composiciones más geométricas. El encaje de esferas del exterior (El árbol alto y el ojo), los paraboloides azules (Sin título) y los espejos cuádricos (Vértigo y otos). Son imprescindibles.
El árbol alto y el ojo nos permite ver una disección de la realidad múltiplemente reflejada en innumerables superficies esféricas. Un árbol que hace de nuestro ojo múltiples ojos. Es el comienzo.
Donde llega el sobrecogimiento es cuando nos situamos delante (en la línea del suelo) de cada paraboloide de revolución: por momentos vemos invertirse la curvatura y el objeto sale a nuestro encuentro, pero lo terrible es que al hacer el comentario la voz nos es devuelta al encontrarnos cerca del foco del objeto.
Por último nos encontraremos un bosque de espejos cuádricos. No permanezcamos alejados, hay que acercarse, salir y entrar en sus focos y dejarnos llevar por su realidad cambiante. ¡Todo un mundo por descubrir!