Las meridianas

meridianas

Con o sin lemniscatas, las meridianas solares son una bonita aplicación de las matemáticas a la vida cotidiana.

Los ciclos de las estaciones son básicos para una vida económica que dependa de la agricultura y el calendario. Las religiones realizan sus rituales según estrictos códigos astronómicos. Disponer de medidas precisas es siempre fundamental.

En iglesias, palacios y plazas públicas encontramos bellas meridianas que en su momento cumplieron su papel de ajuste de relojes y testigo de la regularidad celeste.

Adjuntamos una relación, ampliando la de Xaro Nomedeu en el número 60 de Suma.

Abundan las de Florencia pues el Museo de Historia de la Ciencia ha rastreado el rico patrimonio científico de la ciudad y su entorno.

diapositiva2

diapositiva3

diapositiva5

diapositiva9

Para ver toda la galería: Las-meridianas

2 respuestas to “Las meridianas”

  1. Fernando Recio Says:

    Muy interesante, como tantas otras entradas: curiosidad matemática y excelente información histórico-artística. Siempre un placer y un descubrimiento. Una pregunta: tengo localizadas en España las meridianas de El Escorial (dos en habitaciones contiguas) y otra, también construida por el jesuita Jan Wendlingen, en el desaparecido Palacio del Buen Retiro. Hay otra en el Palacio de Aranjuez. Y los trazos de la meridiana en el suelo, sin el foro, en el Convento de la Purissima Concepció de Benissa, en Alicante. Les agradecería que me indicaran si queda alguna otra en España. Ya sé que en Italia hay reseñadas más de 70 como existentes en la actualidad, y que en nuestro país no se produjo ese interés. Pero me extraña que no haya más. Es posible que yo no haya sido capaz de encontrar las referencias.

  2. angelrequena Says:

    Gracias Fernando por tu ánimo y aportaciones. Siento no poderte ayudar. Ni siquiera conocía la de Benissa. Hace dos meses estuve en Bolonia sintiendo la puntualidad de la Meridiana de Cassini. Todo un placer. Además, en San Petronio tienen editado un folleto en español de Manuel María Valdés, de la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol, quizá ellos sepan algo más.

Deja un comentario