Burdeos, tan cerca y tan desconocida. Cuando la carretera Madrid/París se internaba un poco en Burdeos, el viajero podía apreciar que la ciudad tenía interés. La circunvalación actual no permite a quien la recorre darse cuenta del singular patrimonio arquitectónico del Puerto de la Luna, hoy Patrimonio de la Humanidad.
El centro de la riqueza constructiva es la Plaza de la Bolsa, la antigua Place Royale, una herradura abierta a los muelles, de clasicismo LuisXV, construida a mediados del XVIII.
Hasta cinco frontispicios alegóricos coronan la plaza. Destacamos el de Minerva, diosa de la guerra y las ciencias, que se encuentra a la derecha mirando desde los muelles.
En los siglos XVIII y XIX asistimos a una paulatina transformación alegórica: de las bellas y serenas jóvenes a los putti, a esos amorcillos traviesos, como representación de las artes.
En el frontispicio de Minerva hay un putto geométrico con compás y al otro lado se amontonan una colección de instrumentos.