El modesto convento franciscano de la Purísima Concepción de la Madre de Díos de Benissa fue fundado en 1611 con buena traza y fachada de sillería. Un patio muy agradable con arcadas de medio punto, a modo de claustro, no desmerece de la sencilla construcción. Este pequeño monasterio de Benissa goza del honor de tener todavía dibujado en el suelo una línea meridiana con analema. El orificio gnómonico desapareció con las obras de la fachada sur pero el azulejo rayado con la meridiana se conserva.
El monje valenciano Fray Pacífico Albero Estany estuvo en Benissa antes de trasladarse a Argentina, donde falleció. Fray Pacífico construyó la meridiana, a principios del siglo XX, en lo que era la biblioteca. El muro sur tuvo que ser demolido y su balcón cambió de lugar. La biblioteca fue dividida y hoy son el despacho y el dormitorio del Padre Superior.
Solo ha quedado la huella de la línea meridiana, unos 4 metros de trazo sencillo, y de su analema, con trazada múltiple, sobre una bella baldosa hidráulica de simetría p4m (celda base obtenida juntado cuatro baldosas). La analema es la curva en forma de ocho, infinito o lemniscata no simétrica que marca la diferencia entre la hora civil (media) y la hora solar. Si miramos hacía el sur durante todo el año a las 12 de la mañana civiles (no a la hora oficial) nos encontraremos que el Sol describe una curva con dos lazos que se separan hasta 16 minutos de la hora solar. La razón de las diferencias radica en la superposición de dos causas: la trayectoria elíptica de la Tierra y la inclinación de su eje de rotación. En la foto superior se ve la analema del solsticio de invierno y la línea meridiana en el centro. La foto inferior muestra donde estuvo el orificio, entre el balcón enrejado y la ventana de la derecha.
La fatalidad acompaña a las meridianas en España. Quizá algún día se destape la del Palacio de Aranjuez y nos sorprenda con una analema, mientras tanto solo la franciscana de Benissa nos da testimonio de la curva del tiempo en cámara oscura. La meridiana de Benissa ha sido estudiada en detalle por Antonio J. Cañones.