La abadía de Santa María del Monte Oliveto está localizada en uno de los bellos parajes perdidos por la Toscana. En ella tenían la casa matriz los olivetanos, la orden a la que pertenecía el virtuoso artista de la taracea fra Giovanni da Verona, del que hemos expuesto en otra entrada las maravillosas representaciones de instrumentos matemáticos que ejecutó para su ciudad natal.
En Santa María fra Giovanni también tiene excelentes trabajos en marquetería, pero ahora toca fijarse en algo mucho más modesto, aunque en ello se va a poner de manifiesto el dominio de la perspectiva y de la ilusión óptica al que había llegado fra Giovanni y todo el Renacimiento con la ayuda de la matemática.
El claustro de la abadía está decorado con pinturas al fresco, incluso en una de ella tenemos al propio fra Giovanni con una plomada ejerciendo de arquitecto. Normalmente los zócalos se pintan por algún auxiliar o aprendiz y sin ninguna pretensión: es un sitio donde no se mira mucho.
El olivetano de Verona nos va a dar una agradable sorpresa: va a decorar las basas del zócalo con magnificas representaciones tridimensionales. ¡Todo un disfrute!