Muchos italianos discuten sobre cuál es la ciudad más bonita del mundo, si Venecia o si Siena. Estas discusiones son poco afortunadas: hay que disfrutarlas todas.
La plaza del Ayuntamiento, Piazza del Campo, la famosa plaza en abanico y con pendiente donde se celebra la carrera del palio, nos guarda una esplendida sorpresa: el templete-logia esta presidido por la aritmética y la geometría. Como en la Fuente Mayor de Perugia, las artes liberales son la muestra del interés en reproducir el saber en los inicios del renacimiento en los espacios públicos.
Ya conocía que las Artes Liberales estaban reproducidas en el duomo, pero las de la plaza me impresionaron más porque están presidiendo la maravillosa plaza.
Posted in Escultura, Madrid on 22 abril 2009 by angelrequena
La obra escultórica de Andréu Alfaro es de gran riqueza geométrica. Mi gusto se inclina por las superficies regladas –hay varias en Madrid- pero hay que reconocer que el trampantojo de la Avenida de la Ilustración no nos puede dejar indiferentes. El acierto de unir dos perspectivas no solo produce el efecto de profundidad sino también de movilidad.
El cardenal Spada encargó a Borrromini la remodelación de su palacio romano. Hoy el lugar es una reputada Galería de Arte. Del palacio destaca su fachada, pero en especial su celebre ilusión óptica.
En el jardín y con la ayuda de cálculos matemáticos se construye una galería de columnas abovedada de 8 m de larga, pero simulando 37 m. Las columnas están rebajadas, el suelo diseñado con punto de fuga, y la estatua situada al fondo tiene solo 60 cm. Hasta el seto se recorta para que la ilusión sea completa.
No es imprescindible visitar la Galería Spada para ver el trampantojo, el lugar óptimo es el pasadizo que atraviesa el palacio.
Borromini fue un arquitecto muy interesado en la perspectiva matemática. Sus huellas marcan todo el barroco romano.
Como metáfora del museo vamos a utilizar dos hélices de su exposición: El tornillo de Arquímedes y el Cilindro Calculador de Fawler.
Las hélices compactan mucho en un espacio pequeño. El ADN estirado se saldría de la célula. El Cilindro de Fawler equivale a una regla logarítmica de 14 metros.
El Museo Nacional sigue sin estar en condiciones dignas. Su valiosísima colección está compactada en dos abigarradas zonas de la Estación de las Delicias.
En 1992 se pensó en trasladarlo a los locales de La Exposición de Sevilla porque no se sabía que hacer con ello. Algunas protestas por llevarse el archivo científico del Colegio Imperial-Instituto San Isidro frustraron la reubicación. Años más tarde se decide moverlo a A Coruña, ciudad que ha hecho un gran esfuerzo con sus museos, pocos nos oponemos, quizá para conseguir que no vuelva una nueva frustración: para estar mal en Madrid más vale que esté bien en A Coruña pensarían los que se callaron. Pero la alternativa es estar bien en Madrid, y esa ni se ha planteado.
Siempre hay que agradecer a los conservadores e investigadores del museo su esfuerzo, pero la escasa voluntad de los sucesivos ministerios nos sitúa en el Terciario.
Mientras tanto la Biblioteca Nacional se ha llevado el Arcón de Carlos II. Lamentarse no es la actitud, ¿pero nadie siente vergüenza?
Desde el 3 de Abril se expone en el Real Jardín Botánico de Madrid un monográfico hispano colombiano sobre Mutis al natural, subtitulado Ciencia y Arte en el Nuevo Reino de Granada.
El inmenso trabajo de Celestino Mutis y sus compañeros ilustrados solo pudo apreciarlo Alexander Humboldt cuando le visitó en Santafé en 1801.
La obra botánica ha permanecido inédita, aunque ya se han publicado más de treinta tomos y se espera concluir pronto los cincuenta previstos. Hoy queda como un monumento artístico, una muestra de lo que pudo ser y una riqueza documental de escasa influencia. Algo parecido a los cuadernos de Leonardo.
Lo que es menos conocido es el esfuerzo de Mutis como catedrático de matemáticas para llevar la ciencia moderna al Nuevo Mundo. Esta exposición le reconoce su merito mostrando sendos manuscritos de sus ecuaciones algebraicas con un ave intercalada, y una demostración geométrica.
Se reproducen varios cuadros de Mutis, uno de ellos hace referencia a su condición de catedrático de Matemáticas (ver reproducción). Como instrumento destacamos el elipsógrafo expuesto junto a una regla de proporciones y una caja de compases.
No debemos perdernos tampoco los videos colombianos: muestran la participación y el compromiso de los expedicionarios con las libertades colombianas. Los hombres de ciencia ilustrados se ponen al lado de los valores revolucionarios.
Los libros que aparecen en el cuadro son los principia de Newton y la obra matemática de Christian Wolff, el discípulo de Leibniz.
Una de las meridianas más bonitas por su taracea marmórea. Sigue la estela de San Petronio de Bolonia. El instrumento sigue funcionando con su orificio abierto.
Diseñada por Francesco Bianchini, desde 1702 hasta 1846 reguló todos los relojes de Roma ajustándolos al mediodía solar.
Aprovechemos un buen vídeo en italiano para disfrutar con esta hermosa meridiana.
Muchos son modestos, otros son espectaculares, pero juntos han llenado el vacío: la inexistencia de museos era una muestra del abandono de la ciencia y del patrimonio tecnológico.
Entre los modestos está el de Valladolid. Su dedicación al ecosistema del Pisuerga es su característica distintiva.
Su escasa andadura hace que no tenga mucho de matemáticas, y haya realizado pocos monográficos, pero en su lugar tiene una preciosa pasarela pentagonal – triangular sobre el río.
La ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia se ha reproducido en todas partes. Esta pasarela es más sencilla pero no desmerece.