La participación de la dictadura franquista en la Segunda Guerra Mundial -junto a Alemania con la División Azul- ha dejado en los museos militares unas cuantas maquinas cifradoras Enigma.
La historia pone de manifiesto -con ella- el fin de una época. La indescifrable fue descifrada. Para ello hubo que dar un gran impulso a los ordenadores. El resultado ha sido un mundo computarizado y un protagonismo espectacular de los números primos gigantes, base de las protecciones actuales.
En todo caso, la Enigma fue un prodigio. Su modelo superior constaba de:
1) Cinco rotores: I, II, III, IV y V. Se tomaban tres: V5,3 = 60
2) Cada rotor tenía seis posiciones de encaje: A, B, C, D,…En total: VR26,3=26^3=17576
3) Veintiséis enchufes que se conectaban de dos en dos. Se tomaban 10 pares. En total C26,20=230230
4) Los veinte que se conectan lo pueden hacer con n-1. El resultado es 19x17x15…=654729075
El número total de posibilidades es aproximadamente 159 trillones.
El museo militar de Melilla dispone de una Enigma cedida por el Ministerio de Defensa. Merece la pena verse.
Es conveniente no olvidarse de poner los Museos Militares en todo recorrido matemático.