La vida y obra del marino matemático Jorge Juan y Santacilia (Novelda, 1713-Madrid, 1773) es una de las mejores muestras de los anhelos de renovación durante la ilustración. En Jorge Juan se aúnan teoría y práctica. Juan realiza trabajo científico y dirige instituciones que intentan situar al decadente país de nuevo en un buen lugar.
Al destacar como estudiante brillante, Jorge Juan fue elegido junto a Antonio de Ulloa como miembro de la expedición organizada por la Real Academia de Ciencias de Paris en 1734, dirigida por el astrónomo Louis Godin y cuyo objetivo era medir un grado del meridiano terrestre en la línea ecuatorial de América del Sur, situada en la Real Audiencia de Quito, actual Ecuador, que entonces formaba parte de la corona española.
El interés de la expedición era de la máxima importancia, uno de esos experimentos cruciales: conocer si la tierra se achataba en los polos (física newtoniana) o en el ecuador (física cartesiana).
Para la fundación de San Fernando la figura de Jorge Juan es clave por ello no debe extrañarnos encontrar a Jorge Juan representado por doquier: estatuas, bustos, pinturas, y mausoleo con los restos.
Reproducimos el último monumento erigido a la entrada del Real Observatorio y la lápida de sus restos en el Panteón de Marinos Ilustres.