La línea meridiana de la iglesia de San Petronio de Bolonia pasa por ser la más grande del mundo. El astrónomo Gian Doménico Cassini la diseño en 1655, alcanzando 66 metros de longitud del suelo del templo.
La iglesia había tenido otra meridiana más antigua y pequeña que había sido calculada por Ignacio Danti. Unas obras afectaron al muro y la línea quedó inservible.
San Petronio es una iglesia de dimensiones colosales. La meridiana cubre más de la mitad de su longitud. Por cierto, fue la iglesia de coronación de Carlos V como emperador.
Casini abre el agujero en el techo, con una pintura del Sol, y tiene que vencer los dos pilares que se cruzan el recorrido. El hueco es el justo para que la línea pase tangente a las bases de los pilares.
La meridiana que vemos es el resultado de la última reparación, la que efectuó Zanotti en 1776. Se sustituyó la barra de hierro por dos hilos de latón y el mármol se realizó de un único bloque transversal.
La meridiana sigue funcionando perfectamente. El Sol acude a su cita si las nubes no lo ocultan. Cuando la vimos en Enero apareció a las 12:27, hora oficial. Si se visita en Julio o Agosto la hora de acudir a contemplar el mediodía solar será entre las 13:15 y las 13:21 oficiales.
La fama de Cassini llegó a la corte francesa. Cuatro generaciones de la familia Cassini fueron responsables del Observatorio de París, donde la sala de la meridiana lleva su nombre.
La meridiana marca las horas italianas, que se cuentan desde el ocaso solar, son horas desiguales pues el anochecer va adelantándose o retrasándose ligeramente cada día durante el transcurrir del año. La manera de saber cuántas horas faltan para la puesta del sol es restarlas de 24.