La obra maestra del mudéjar en Zaragoza, la capital de una de los reinos donde la presencia de moriscos era muy alta. Ahora bien, el muro externo de la Parrioquieta está poco emparentado con el mudéjar rural aragonés y mucho más relacionado con el resto de las obras notables de los alarifes del siglo XIV que adornan la zona cristiana, como el monasterio de Santa Clara en Tordesillas o los Reales Alcázares de Sevilla.
En todo caso, no podemos dejar de manifestar admiración ante esta sinfonía de ladrillo y alicatado, de belleza sobrecogedora.
El núcleo fundamental del trazado geométrico es una red hexagonal que puede incluso constituir una proyección isométrica de cubos enlazados; para resaltar el efecto he colocado una reproducción de una malla cúbica de Escher.
No es preciso tomarse demasiado tiempo para alcanzar el éxtasis.